El deporte no tiene edad, y es algo que podemos practicar en cualquier momento de nuestra vida, desde la niñez a la senectud, siempre adaptada a las posibilidades y preferencias de cada persona. Una buena hidratación y alimentación unida a la práctica deportiva, harán que nuestra salud sea buena. Además no sólo nos va a ayudar a estar en forma, sino que el ejercicio físico va a influir sobre nuestra salud y nuestro estado psicológico. Aportando grandes beneficios a nuestra salud.

A nivel de salud, el deporte reduce la presión arterial y reduce el colesterol, aumentando los niveles de colesterol HDL (el considerado como colesterol bueno) y disminuyendo los de triglicéridos, por lo que es bueno para la salud cardiaca. Además, disminuye el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, ya que el ejercicio ayuda a reducir el peso y la grasa corporal, mejorando la tolerancia a la glucosa y disminuyendo la resistencia a la insulina.
No hay que olvidar que el ejercicio va a aumentar la fuerza muscular, por lo que se mejorará las funciones cardiovasculares y respiratorias. Aumentando el consumo máximo de oxígeno y mejorando el suministro de sangre a los músculos. Además, colabora en el mantenimiento de unos huesos sanos, ya que previene la osteoporosis y la osteoartritis.

A nivel psicológico, el deporte también proporciona grandes beneficios. Ya que reduce la incidencia de depresión y ansiedad, mejora la sensación de bienestar y el estado de ánimo tras la práctica deportiva, gracias a las sustancias que se segregan durante la realización de la actividad física. Junto a lo anterior, el deporte va a mejorar el sueño, ya que favorece un sueño más profundo, que te permite tener mejor concentración en el día siguiente.

No te quedes en casa y levántate del sillón para empezar a disfrutar de todos los beneficios que te ofrece el deporte, nunca es tarde para empezar a cuidarse. No olvides acompañarlo de una buena alimentación, saca partido del tándem perfecto.